La uva es una fruta que precisa mucho sol para su desarrollo. En las regiones del mediterráneo, la vid se puede cultivar en terrenos llanos, pero en Europa central los viñedos precisan estar orientados hacia el Sur. Para la elaboración de vinos blancos se usa solo zumo de las uvas. Para los vinos tintos, claretes o rosados se emplean uvas negras cuyo hollejo contiene la sustancia colorante, que en el caso de los claretes o rosados se retira en las primeras fases de la fermentación.
La aspereza de los vinos tintos es debida a las materias curtientes (tanino) de las pepitas y el hollejo. Existen alrededor de 40 especies pertenecientes al género Vitis. La más importante es la vid común, Vitis vinifera. En el transcurso del tiempo se ha originado un sinnúmero de variedades de la vid común.
Hasta fines del siglo pasado la vinicultura se practicó según unos sistemas muy primitivos; dos factores vinieron a transformar la técnica empleada: la moderna química de la fermentación creó nuevas condiciones para la vinificación y los grandes daños ocasionados en las vides por la filoxera americana, obligaron a mejorar e injertar las vides viníferas europeas.
Las uvas maduras tienen un alto contenido de azúcar. Para la elaboración de vinos de mesa (14% de contenido máximo de alcohol), el zumo de uvas o el mosto se somete a un proceso de fermentación, en el que la mayor parte de azúcar se transforma en alcohol y en anhídrido carbónico. Es durante el prensado de la uva cuando el mosto comienza a fermentar, entrando en contacto con las levaduras que hay en la piel del grano. Para los vinos generosos (como el jerez) el contenido alcohólico es mayor que para los vinos de mesa (22%). Los vinos espumosos (cavas y champañas) se elaboran mediante un proceso de fermentación secundaria, en el que el anhídrido carbónico se forma en la botella.
Los vinos se pueden clasificar según: su color (blancos, claretes, tintos y rosados), su contenido en azúcar, aplicado sobretodo a los vinos blancos (brut, seco, semi seco, dulce, etc...), y su contenido en alcohol, expresado en grados alcohólicos (porcentaje de alcohol puro por unidad de volumen).